Los niños con alguna discapacidad motriz derivada de un
problema en articulaciones, músculos y huesos por lo general experimentan
menores problemas para aprender y realizar trazos, leer y escribir.
Comunicación
Se encuentra que algunos de estos alumnos tienen un buen
nivel de comprensión del lenguaje, pero carecen de la posibilidad de expresión,
porque su habla es ininteligible.
Los niños
con discapacidad motriz por lesiones cerebrales y miopatías presentan en muchas
ocasiones dificultades en el desarrollo del habla al verse afectada la
musculatura que facilita el movimiento de los órganos encargados de la
fonación, afectando a la ejecución del habla, por ejemplo:
- La disartria (dificultad en la articulación de la palabra).
- La apraxia (existe una disociación entre la idea -la persona sabe lo que quiere hacer- y la ejecución motora -carencia del control de la acción-).
- Problemas en la adquisición del lenguaje escrito (dificultad motora de la mano y la psicomotricidad fina, asociada a veces a problemas óculo-manuales).
- Lenguaje más recortado y pobre al tener mermadas sus relaciones con el mundo exterior y, por tanto, su interacción lingüística. Para los alumnos que no sepan utilizar el habla resulta imprescindible organizar el uso de sistemas aumentativos (son un complemento al habla) o alternativos de comunicación (sustituyen al habla)
Por ello el maestro debe conocer que es capaz
de expresar y que es capaz de comprender, a fin de no confundir ambos aspectos,
en detrimento de las posibilidades del alumno.
Si un alumno carece del lenguaje oral habrá que tener en
cuenta las diferentes modalidades expresivas que puede utilizar para
comunicarse. Se utilizan para posibilitar la comunicación sistemas alternativos
o suplementarios: lengua de señas, método Bliss, que en cualquier caso deben
ser brindados por los especialistas.
INDICACIONES PARA MOTIVAR EL LENGUAJE
• Utilizar el medio de
comunicación que se adapte al alumno, y dale la palabra para que relacione
palabras con objetos.
• En algunos casos,
plantear preguntas cerradas que requieran un movimiento de cabeza. Es
importante establecer desde muy temprana edad una respuesta clara y específica
para el “sí” y otra para el “no” (por ejemplo, un sonido, un gesto, un
parpadeo, un movimiento de la boca, etcétera); depende del movimiento
voluntario del niño.
• Presentar la tarea en el
plano vertical, en particular a los alumnos con escaso control de cabeza. Por
ejemplo, si les cuesta trabajo mover la cabeza para ver el pizarrón y luego su
mesa, mostrar el material de forma vertical para que no pierda el control de
su cabeza por tener que agacharse.
• Coloca los objetos dentro del espacio motriz
del niño, es decir, en el espacio donde pueda agarrarlos.
• Exponer el material del
tamaño adecuado a las características de la visión del alumno.
• Observar expresiones
habladas o gestuales que indiquen el estado emocional del alumno. De
preferencia, dale nombre a la emoción preguntándole, por ejemplo, “¿estás
enojado?”, “¿te gusta?”, o “¿te duele?”, para que el niño identifique y nombre
sentimientos y sensaciones
Interesante e inquietante ¿El lenguaje se motiva?, se estimula?, se promueve?, se exige?.. etc
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